El auge de las proteínas vegetales
El uso de las proteínas en la industria alimenticia ha
Desde sus beneficios hasta cuáles son las nuevas tendencias en la industria. Conoce más sobre estos alimentos que, además de sabor, poseen un alto contenido en nutrientes.
A pesar de que muchos productos como el arándano, la espirulina, la moringa, las bayas de goji, la cúrcuma, entre otros, han sido reconocidos como superfoods, no hay criterios específicos establecidos en cuanto a qué los define como un alimento vinculado a la mejora o mantenimiento de la salud ya que, de acuerdo a la American Heart Association, los superfoods aún no tienen su propio grupo de alimentos.
Pero entonces, ¿qué son los superfoods? Hoy por hoy, tanto en la industria alimenticia como en la medicina alternativa, superfood es un término de marketing utilizado para etiquetar aquellos productos naturales que contienen una gran variedad de nutrientes como antioxidantes, minerales, fibras, aminoácidos y fitoquímicos (por mencionar algunos). Hay opciones que refuerzan el sistema inmunológico y que, a su vez, aportan beneficios a la salud con sus propiedades antiinflamatorias y analgésicas naturales, dependiendo del superfood.
¿Qué otros beneficios aportan los superfoods?
Los superfoods también contienen grasas saludables que ayudan a prevenir enfermedades del corazón; fibra que ayuda a evitar o combatir la diabetes y los problemas digestivos y, como mencionamos anteriormente, fitoquímicos: los químicos en las plantas responsables de los colores y olores profundos que pueden tener numerosos beneficios para la salud.
Superfoods, tendencia e inversión
En México la tendencia de migrar a una alimentación sana y balanceada, a un lado de otras tendencias como etiqueta limpia, comercio justo y esfuerzos por proteger el planeta, está siendo fuertemente impulsada por las nuevas generaciones. Estas tendencias no pueden ser ignoradas ya que los consumidores están cada día más informados y ponen más atención a los ingredientes dentro de los productos que consumen. Cada día, el consumidor se vuelve más consciente de la importancia de invertir en productos saludables que incrementen su nivel de energía, depuren su organismo y mejoren su salud.
A pesar de que estas tendencias parecieran ser un reto para las empresas dedicadas a la industria alimenticia, en realidad son nuevas oportunidades para las empresas que están buscando innovación. De acuerdo con Mintel, agencia de investigación de mercado con sede en Londres, los superfoods tuvieron un crecimiento global del 202% entre los años 2011 al 2015[1], y en México, todavía son una tendencia muy joven con un alto potencial comercial para aquellos dispuestos a invertir en nuevos desarrollos.
Los superfoods han existido desde siempre; sin embargo, la época de la Revolución Industrial junto con la demanda del consumidor de tener productos con mejor sabor y color a menor precio forzó a las empresas a buscar otras opciones no tan saludables. Bajo esta presión, las empresas optaron por utilizar ingredientes sintéticos en los alimentos, ignorando que al hacerlo se producían alimentos procesados con menos aportación nutrimental y con ingredientes potencialmente dañinos para el ser humano. En la actualidad muchos grupos ejercen presión sobre los gobiernos para que se regule o se descontinúe el uso de ciertos ingredientes sintéticos, no solo en alimentos, sino también en cosméticos y productos de limpieza, entre otros insumos.
Por mencionar uno de los tantos casos, en 2007, un estudio realizado en Reino Unido por la Food Standards Agency ligó seis colorantes para alimentos (E102, E104, E110, E124, E129, E122) a problemas de hiperactividad en niños. Fue en el 2010 que por medio de una nueva legislación la Unión Europea declaró que cualquier alimento que contara con estos seis colores debía declarar en su etiqueta que su producto “podría tener un efecto adverso en la actividad y atención de los niños” [2].
Afortunadamente gracias a las nuevas tendencias las empresas están migrando de ingredientes sintéticos a ingredientes naturales con una verdadera aportación nutrimental. Algunos ejemplos incluyen el uso de superfoods como el bluberry, el té matcha, la espirulina, la cúrcuma, entre otros, como colorantes naturales que, además de ser una alternativa a los colorantes sintéticos del rango 100 (utilizados para reestablecer los colores a los alimentos), también aportan propiedades nutritivas y, por ende, una mejora en la salud del consumidor.
Sin embargo, los beneficios de utilizar superfoods en alimentos van más allá de ser colorantes naturales. En México, por ejemplo, las frutas y los vegetales deshidratados han tomado mucho auge. Superfoods como el açaí, el blueberry y el té matcha, están siendo utilizados como saborizantes naturales. Otro ejemplo, es el alga espirulina que permite explotar las tonalidades de color azul verdoso producido por su contenido de clorofila, que le da el color verde, y el de la ficocianina, que le da el color azulado. Adicional a esta aportación de color, el alga espirulina tiene un alto contenido de proteína y una amplia gama de fitoquímicos, vitaminas, minerales, ácidos grasos, entre otros. Por su parte, la curcumina (colorante natural E100), adicional a su aportación de tonalidades amarillas, utilizado principalmente en helados, pasta, cereales, salsas y condimentos, también es un antioxidante natural antiinflamatorio y analgésico. Las empresas pueden volverse creativas al mencionar en sus campañas de marketing que sus productos contienen colores naturales, antioxidantes, vitaminas y minerales y que, además, dependiendo de los otros ingredientes en su fórmula, también pueden llegar a cumplir con los requisitos de “etiqueta limpia”.
Adicional a utilizar superfoods como una opción natural para reemplazar ingredientes aditivos sintéticos, la nueva tendencia va orientada al consumo de superfoods como el alimento del futuro. El reto es comer “con sentido”, ya que somos una sociedad mal nutrida y sobrealimentada. Lo primero en el sentido de que lo que consumimos, principalmente los alimentos reprocesados, no contienen los nutrientes necesarios que el cuerpo necesita. Y lo segundo debido a que aunque comamos suficiente siempre estamos hambrientos ya que el cuerpo es el encargado de enviar la señal al cerebro de que no tenemos los nutrientes necesarios y este convierte la señal en una necesidad de comer más para llenar esa deficiencia.
Con todo esto, el mercado no se ha hecho esperar y nuevos términos están siendo utilizados para clasificar los superfoods de manera más específica: los Super Fruits cuentan con alimentos como blueberry, noni, açaí, arándano, goji, kiwi, por mencionar algunos, y los Super Grains refieren a alimentos como la chía, la quinoa, el amaranto, la avena, el trigo, el té, entre otros.
Ya es común encontrar productos, alimentos y bebidas adicionadas con moringa, spirulina, cúrcuma, blueberry, té matcha, avena, jengibre y muchos otros. El tema de los superfoods ya no es una moda. Los consumidores lo han convertido en una necesidad. Ahora el reto para los fabricantes de alimentos y bebidas es desarrollar productos costeables mientras se atiende la demanda del consumidor de tener productos naturales sustentables, de etiqueta limpia y que provean una alimentación con sentido.